Estar mucho tiempo en un
hospital es complicado, sobretodo si eres un niño.
Siempre tienes la sensación
de que te lo estas perdiendo todo, incluso echas de menos la hora de levantarte
pronto para no llegar tarde, o el momento en el que faltan dos minutos para
poder ir al patio y a ti te parecen dos horas… pequeñas cosas, que hacen la
diferencia para los niños que están en el hospital.
Yo, por experiencia, se
lo que es eso. Te pierdes muchas cosas, muchos momentos importantes.
Pero, gracias al aula
hospitalaria, nuestra estancia en el hospital es mucho más llevadera.
Aquí, la profesora, voluntarios y practicantes nos ayudan con
nuestros deberes, nos hacen espectáculos y juegos, y nos ayudan a divertirnos a
pesar de estar en un hospital.
Hay que entender que, por
muchas sonrisas que pongamos nunca seremos del todo felices, pero, hay que
reconocer que, si no fuera por todos aquellos chicos y chicas jóvenes que nos
divierten cada mañana y cada tarde en el hospital las horas se harían interminables,de
todas y cada una de las experiencias de la vida se aprende algo y en el camino
hacemos buenos amigos.
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