jueves, 24 de octubre de 2013

Las hojas de otoño

Estar mucho tiempo en un hospital es complicado, sobretodo si eres un niño.

Siempre tienes la sensación de que te lo estas perdiendo todo, incluso echas de menos la hora de levantarte pronto para no llegar tarde, o el momento en el que faltan dos minutos para poder ir al patio y a ti te parecen dos horas… pequeñas cosas, que hacen la diferencia para los niños que están en el hospital.

Yo, por experiencia, se lo que es eso. Te pierdes muchas cosas, muchos momentos importantes.

Pero, gracias al aula hospitalaria, nuestra estancia en el hospital es mucho más llevadera.

Aquí, la profesora,  voluntarios y practicantes nos ayudan con nuestros deberes, nos hacen espectáculos y juegos, y nos ayudan a divertirnos a pesar de estar en un hospital.

Hay que entender que, por muchas sonrisas que pongamos nunca seremos del todo felices, pero, hay que reconocer que, si no fuera por todos aquellos chicos y chicas jóvenes que nos divierten cada mañana y cada tarde en el hospital las horas se harían interminables,de todas y cada una de las experiencias de la vida se aprende algo y en el camino hacemos buenos amigos.


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